Youtuber de placa y músico enjaulado. Hoy, descubrimos a David, más conocido como ‘Behind the Games’.
David está
viviendo, a sus 34 años, un momento idílico. Nació en Cáceres (Extremadura) y
hoy es internacionalmente conocido como una de las voces más importantes del
mundo de los videojuegos. Músico, deportista y experto en todo lo relacionado
con Nintendo, el youtuber ‘Behind the Games’ supera la cifra de los 120.000
suscriptores (o, como él prefiere llamarles, ‘behinders’) y deleita a su
público con una voz experimentada que se ha forjado sobre los escenarios al
ritmo del metal más puro.
Paredes saturadas y angustiosas. Estanterías agolpadas de
videojuegos de todas las plataformas, mandos de todos los colores y peluches de
los personajes más icónicos de la industria. Se trata de un santuario del
entretenimiento desde el cual David, maniático del orden, también lleva a cabo
su labor profesional. El blanco de la habitación contrasta con su personalidad,
oscura y misteriosa. Su prolongado cabello, castaño y liso, forma parte del
aura sombría que transmite el personaje. Porque sombría es la vestimenta que
porta, al igual que lo son las pulseras y tatuajes que decoran su pálida piel.
Su vida aquí, casi en soledad, es intensa. Grabación de vídeos, emisión de
directos y largas sesiones de juego constituyen las funciones esenciales del
lugar que acoge esta entrevista.
Desde que era tan solo un niño, David siempre ha tenido
claras sus dos grandes pasiones: la música y los videojuegos. Dos
predilecciones que, con el transcurso de los años, las ha visto realizadas en
el ámbito profesional, si bien una en mayor medida que la otra. En cuanto a la
música, David reconoce que desde bien temprano ya se pasaba todo el día
cantando: “Cualquier cosa que escuchaba la cantaba. Me hacía el cantante con el
peine, me creía que estaba en un concierto, me ponían el ventilador y lo flipaba
yo solo”. En el mundo del espectáculo musical ha ido creciendo poco a poco,
colaborando con varios grupos de música hasta la actualidad, donde forma parte
de la banda ‘Mind Traveller’. Su vínculo con los videojuegos también se forjó
desde muy joven, gracias a que en su hogar siempre han sido bien acogidos. A
pesar de su condición de artista, no se esconde al reconocer que su auténtica
aspiración era ser veterinario.
David vio cumplido su sueño de ser cantante a los 18 años.
Desde entonces, ha dedicado miles de horas y decenas de meses a muchos cientos
de conciertos y ensayos en locales y estudios. Sin embargo, David reconoce que
vivir del espectáculo no es nada sencillo: “Si quieres ganarte la vida con la
música, no tendrías dinero para invertir en la música”. Son muchos los
obstáculos que uno debe superar para hacerse con la gloria en este fascinante
universo y, para más inri, ahora se suma la pandemia provocada por la COVID-19,
que ha terminado por ponerlo todo patas arriba.
Pero todas estas trabas no han hecho que David se dé por
vencido. Tras cuatro años de inactividad, ha vuelto a reunirse con sus
compañeros de ‘Mind Traveller’ para componer nuevos temas, pero sin presión.
“No queremos salir con lo que ya había. Ahora estaremos tranquilamente un añito metidos en el local a ver qué nos
sale y el año que viene, si la cosa mejora y se empiezan a hacer conciertos,
pues sin ninguna prisa, todo lo que hayamos hecho en el local lo sacaremos a la
luz”, declara David. Al final, los más de 16 años de experiencia le han
enseñado que lo primordial es disfrutar de la música junto a sus compañeros de
toda la vida.
La piedra
preciosa de David.
Si bien la música nunca ha recompensado económicamente a
David, lo que sí ha hecho es regalarle uno de los tesoros más preciados de su
vida. En diciembre de 2012, Mind Traveller actuaba como telonero en un
concierto de Lujuria. En aquel bar metalero de Badajoz se encontraba Esmeralda,
su actual pareja. Esmeralda quedó impregnada de su actuación. En concreto, la
canción de Lordi (banda finlandesa ganadora de Eurovisión en 2006) hizo que ya
nunca olvidase a ese cantante melenudo desenfrenado que ahora aprovecha su
ausencia para esparcir su voz eterna por todo el hogar.
Como referentes musicales, David es capaz de enunciar una
lista interminable de nombres difíciles de transcribir: Helloween, Gamma Ray,
Avantasia y The Offspring son solo algunos de ellos. Pero si tiene que quedarse
con uno, no duda en citar a Lacuna Coil, grupo musical que le lleva erizando la
piel desde que era adolescente. A día de hoy, no solo escucha metal, sino que
ha ido diversificando sus gustos, pues al hacerse mayor uno “abre el espectro”
y descubre nuevas genialidades.
El preámbulo
del éxito.
Un concurso de una Nintendo Switch fue el detonante de
‘Behind the Games’, canal de Youtube enfocado a transmitir “las mejores
noticias sobre el mundo de los videojuegos y, en especial, sobre Nintendo
Switch”. Un lema que le lleva acompañando durante los últimos cuatro años de
forma diaria. A raíz de ello, comenzó a hacer vídeos y a cautivar a su público
desde el primer vídeo que publicó. Cosa que le sorprendió. David reconoce que a
la gente le resultaba bastante chocante su aspecto y que quizás fue por eso que
pudo despuntar. “Al principio destacaba como el melenudo tatuado que daba
noticias de Nintendo”, comenta David.
Desde que el príncipe del crepúsculo dio el salto a Youtube,
su vida ha dado un giro de 180 grados, especialmente en el tema laboral. David
no tiene ningún reparo en admitir que en los últimos años estaba atravesando
una situación bastante compleja. Intentó agotar todas las vías posibles, pero
ni las oposiciones estaban de su lado. Llegó un momento de desesperación en el
que solo le quedaban dos opciones: emprender una iniciativa personal o
abandonar su Cáceres natal, donde se encuentra muy a gusto. La apuesta por
Youtube fue arriesgada, de hecho, sacó dinero de donde no había para pagar a
plazos el ordenador que le permite grabar cada día. Ya sea por suerte, por
esfuerzo o por una unión de ambas cosas, todo fue bien y alcanzó la estabilidad
laboral y emocional que necesitaba.
David confiesa que se encuentra en una etapa muy feliz de su
vida. Posee casa propia y la comparte con su pareja, trabaja en algo que le
apasiona, gana suficiente dinero como para vivir bien y se ha reencontrado con
su banda musical. Pero detrás de ese halo de fortuna se oculta el mayor temor
de David: decepcionar. “No me gustaría dar un mal paso y que la gente llegue a
tener un concepto equivocado de lo que realmente soy. Ese puede ser quizás mi
mayor miedo”, desvela David. Sin embargo, las exorbitantes estadísticas no han
nublado la vista de un honesto y honrado David, quien señala a la prepotencia
como uno de los grandes males de la profesión.
El fenómeno ‘Behind the Games’ ha sido tal que, en la
actualidad, ha expandido su contenido a varias plataformas. De Youtube destaca
el hecho de que puede crecer y expandir su opinión cada vez más lejos. De
Twitch valora el poder estar “en familia” con su público más fiel. Sin embargo,
no todo es de color de rosas. “Si en Twitch partes desde cero, es muy difícil
tirar hacia delante. Es muy injusto con los creadores, los streamers y los
recomendados”, explica David. Por su parte, confiesa que Youtube tiene otra
serie de problemas (desuscripciones, desmonetizaciones, censuras) con los que
ya ha aprendido a convivir. Pero si algún aspecto negativo comparten ambas
plataformas, ese es el de las críticas e insultos injustificados que recibe
cada día. Si algo ha aprendido David de esta denigrante situación es a no
callarse, pero todo depende de cómo se levante ese día. “Unos días serán
mejores que otros, pero lo que hay que primar por encima de lo demás es la
gente que te sigue y te apoya. Que es mucha más que los haters, aunque los
haters armen más escándalo”, sentencia David.
Al hablar de su rutina como creador de contenido, Behind the
Games confiesa que “algunos días son muy estresantes”. Se levanta “super
temprano”, a las ocho de la mañana; va al gimnasio, toma una taza de café; y
una vez que vuelve ya está buscando y contrastando información para realizar
los vídeos. “Mi fuente de inspiración es ver el mundo de los videojuegos y
dejarme llevar por mi pasión”, expone David. No obstante, “no todos los días
tienes una sonrisa bonita que ofrecer al espectador, pero aún así, debes
intentar ofrecerla porque tienes un público que cada día espera tus vídeos”,
admite David. Por otro lado, manifiesta que es una labor satisfactoria, pero no
siempre consiste en coser y cantar. David declara que uno de los grandes
problemas es que no se empatiza con el creador: “En esta plataforma nos ven
como autómatas que damos la retaila y luego apagamos la cámara. Y eso no es
así”.
‘La Leyenda’
de David.
Cuando David comienza a hablar sobre los videojuegos que más
le han marcado personalmente, no duda ni medio segundo en citar a ‘The Legend
of Zelda: Ocarina of Time’, título que lleva grabado a fuego en su memoria y en
su piel. A David siempre le encandilaron las aventuras, gracias especialmente
al libro del Hobbit. Y ‘Ocarina of Time’ brindó a David la oportunidad de
trasladar la magia del papel a la gran pantalla. Nada más ver las primeras
imágenes del videojuego de Nintendo, el joven entusiasta de 10 años quedó
fascinado, hasta tal punto que esa primera impresión acabó tornando en una
obsesión. “Me tiré dos años ahorrando las pagas semanales de mi abuela, de mi
madre y de mi padre solo para comprarme la Nintendo 64 y ese juego”, revela
David entre risas.
Los videojuegos, además de otorgar entretenimiento, son
capaces de enseñar sabios valores a los jugadores. David reconoce que gracias a
ellos pudo establecer unos vínculos de amistad que jamás olvidará. Vínculos de
amistad que se forjaron intercambiando Pokemons en el recreo o cambiando
videojuegos para vivir otras experiencias visuales. Otro aspecto que también
valora positivamente es el saber valorar lo que uno tiene. “Los que tenían la
PlayStation en aquel entonces tenían su tarrina de juegos pirata y se aburrían
de ellos. Yo cogía un cartucho y lo devoraba”, expone David.
De cara al futuro, David no es capaz de asegurar cuál es el
videojuego que más ansía devorar: “El problema está en que hay muchos
videojuegos en el aire. Pero por esperar, me encantaría Zelda: Breath of the
Wild 2, Bayonetta 3, Horizon Forbidden West, God of War y Perfect Dark”. Todos
ellos encajarían muy bien en sus pobladas estanterías, pero en un ejercicio de
sinceridad, asume que “no va a salir ni la mitad”.
Si bien el futuro es incierto en cuanto a lanzamientos de
videojuegos, a David no le preocupa en exceso su futuro laboral como creador de
contenido. “No te puedes plantear otras cosas cuando ahora mismo estás bien.
Esto ya me lo tendría que plantear si en un futuro la burbuja pinchase”,
advierte David. Mediante el esfuerzo y la constancia, Behind the Games ha
forjado una gran comunidad que le seguirá allá donde vaya. David cree que
Youtube no desaparecerá de la noche a la mañana. Pero en caso de hacerlo, piensa
fielmente que habría otra plataforma alternativa para seguir brindando
contenido de calidad a su público. Por tanto, no sabemos dónde, pero lo que sí
tiene claro Esmeralda, su pareja, es que le ve de mayor hablando de videojuegos
como "el abuelo gamer".
El David de ahora se presenta al mundo como una persona
perseverante, valerosa e insaciable en todo lo que hace. Siempre quiere más. Él
mismo reconoce que se ha fraguado gracias a sus fallos y sus virtudes, pero que
jamás reprocharía al David del pasado todo lo que hizo. En el campo de los
videojuegos ya ha ganado la partida. En el espectáculo musical, aún tiene que
seguir dando guerra. Ahora es el momento de que David retome su apasionante
rutina de búsqueda y contraste de información para grabar el vídeo que sus
queridos ‘behinders’ estarán esperando como cada día a las tres de la tarde.
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